Guillermo García
M Museos de México y el Mundo es el nuevo concepto de información sobre museología y museografía que acaba de dar origen a la revista semestral del mismo nombre, un sitio de Internet y se encargará de la organización del coloquio internacional de instituciones museísticas.
Lo más atractivo de M es la revista de la cual me ocuparé
en esta ocasión.
Según estadísticas oficiales México cuenta
con poco más de 1,500 museos. Esto contando a los museos
institucionales y comunitarios, casas de la cultura, y otros recintos.
Es obvio pensar que la cultura de museos cuenta con tremendos cuellos
de botella en toda la extensión del territorio. Por lo que
desde el punto de vista estratégico se justifica contar con
una publicación que sea un foro de y para los museos.
Con un diseño contemporáneo y contenidos que abarcan suficientes áreas para que estén representados casi todos los directores de museos importantes en el consejo editorial y otros especialistas en la materia, M se lee tan fácil como un catecismo y resulta más organizada que la sección amarilla. Sus páginas albergan plumas de todos niveles y categorías. Hay desde los textos del español Jorge Wagensberg, dedicados a analizar la museología de los museos de ciencia, hasta los hilarantes comentarios de Jaime Moreno Villareal sobre los pequeños problemitas que aquejan al visitante cotidiano de los museo.
M. apunta tanto al especialista en museos como para aquel que le interesan como lugares de conocimiento y de disfrute ocasional. La revista ha colocado a la cultura de museos en una especie de vitrina de lujo, donde se puede ver el avance de las ciencias y técnicas de los museos. Una rápida ojeada a las imágenes de la revista ofrece una panorámica de lo que pretende ser la línea editorial de la publicación: fotos de esculturas aztecas, obras de Bruegel, Eduardo Abaroa, arquitectos como Santiago Calatrava y recintos museísticos como el Getty de California, la isla de las muñecas de Xochimilco.
Aunque resulte prematuro decirlo M no tiene todavía una coherencia editorial. El comité editorial organizado en torno a coordinadores de áreas fijas y miembros consultivos resulta demasiado técnico. El índice de la publicación ofrece un menú que no es posible digerir con una sola publicación. Pero quizá los museos son así, son parte integral de las sociedades modernas y entran en crisis en la actualidad debido a que las industrias culturales han suplido muchas de sus funciones apreciativas y de difusión.
Ante tal variedad habrá que preguntarse si la categoría de “otros museos” resulta más excluyente de lo que parece.
A pesar de las críticas académicas hechas contra
museos y exposiciones del todas latitudes, Hay textos de artistas
como Eduardo Abaroa que involucran al lector en los procesos de
los museos.
El director de la revista M es Miguel Fernández Felix, conocido director del Museo Nacional del virreinato y promotor de este producto editorial. Para establecer un contraste habría que decir que Holanda, país que tiene 15 millones de habitantes, cuenta con 2,800 museos de todo tipo.
Tal demanda de servicios, profesionalización y difusión, debería generar un órgano coordinador o un medio de comunicación ad hoc para subsanar las abismales diferencias que existen entre los museos del INAH e INBA y aquellos que atienden a pequeñas comunidades rurales, museos con colecciones permanentes y aquellos que albergan practicas culturales vivas.
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