Documenta 11: Tabula rasa o último capítulo de la guerra de imágenes

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José Manuel Springer

Eija-Liisa AhtilaEija-Liisa Ahtila. "La Casa", 2002
Video. tres proyecciones, 14'

Cada cinco años la Documenta de Kassel reúne en esta pequeña ciudad de Alemania lo mejor del arte de vanguardia, enmarcado en museos y escenarios especialmente diseñados, con todos los recursos imaginables. En esta edición el ya esperado evento tuvo el atractivo de haber sido dirigido por un joven curador de origen nigeriano, Okwui Enwezor. Bajo su égida la exposición tomó un carácter más ético que estético, dando lugar a la controversia sobre el papel del arte en un mundo global.La Documenta se ha convertido, junto con la bienal de Venecia, en el evento más esperado del mundo del arte. A pesar de las decenas de bienales y ferías internacionales que han surgido a lo largo de la última década, Kassel sigue siendo el lugar donde se presenta el arte más propositivo en tema y forma. Lejos de las tendencias del mercado y centrada en una actitud reflexiva y filosófica, desde su fundación en 1955 la Documenta toma el pulso del arte y señala las direcciones y búsquedas en que se basan los artistas del momento.

Según Okwui Enwezor: “La diferencia espectacular de la Documenta 11 es que sus espacios críticos no son lugares de normalización o uniformidad de todas las visiones artísticas que están en camino a la beatificación institucional”.

 

Louise BourgeoisLouise Bourgeois. "Celda XXIII", 2000
Acero, tela, madera y vidrio.

El director artístico añade: los espacios de la Documenta 11 deben ser vistos como foros de reflexión ética e intelectual comprometida sobre las posibilidades de repensar los procedimientos históricos que son parte de esta herencia contradictoria de grandes conclusiones”.

Para llevar a cabo esta titánica tarea, Enwenzor se valió del trabajo de un equipo de seis curadores entre los cuales se encuentran el argentino Carlos Basualdo y el español Octavio Zaya. Aunque ambos han curado varias exposiciones de artistas latinoamericanos, su presencia no se tradujo en una mayor participación de artistas de Latinoamérica. La Documenta gira en torno a temas y no a la representación geopolítica del arte. No obstante, es posible reconocer un considerable aumento en la participación de artistas del llamado Tercer Mundo, especialmente de las regiones conflictivas de África.

Luego de ver la obra expuesta, las decenas de videos y las agotadores textos de sala, uno se va con la idea de que en realidad no se trataba de una exposición de artes visuales sino de una reunión de especialistas sobre temas de geopolítica mundial, expertos en documentales, periodistas gráficos y visuales que nos han permitido entender mejor el mundo. Pero, surge la duda: ¿debe el arte convertirse en un medio de la política y un reflejo de la realidad o debe ser un espacio de la energía lúdica y de la individualidad?

Mi primera visita a la Documenta en 1992 fue más trepidante. En aquella ocasión las imágenes y las obras hablaban por sí mismas sin hacer referencia a la historia contemporánea directamente. El arte era más visceral que visual y la percepción de los sentidos era la base de la sensibilidad y de una posterior toma de conciencia del papel del arte después de la caída del muro de Berlín. Hoy la Documenta parece, salvo contadas excepciones, un grueso volumen lleno de decenas de textos y anotaciones, millones de imágenes (principalmente en video), que recogen, por ejemplo, escenas de las fronteras entre Israel y Palestina, la vida de los trabajadores manuales en lugares remotos, o el recorrido por un millón de años de historia representados en 10 volúmenes que llevan impresos los dígitos de cada año.

Uno de los temas constantes en la exhibición es el de la migración masiva, la marginalidad y la ausencia total de la justicia en el mundo. Ya sea como problema social, estrategia de sobrevivencia, o movimiento que crea y modifica la historia, la migración tiene hoy características generales y particulares, de acuerdo a la región geográfica que se trate. Chantal Akerman, una de las cineastas alternativas más conocidas de Europa, hoy dedicada al video, partió de la realidad de la frontera entre México y Estados Unidos, Aguaprieta y Douglas específicamente, para presentar un documental llamado The other side (El otro lado). Su trabajo fue creado a partir de la noticia que llegó a sus manos de un grupo de rancheros del estado de Arizona que han decidido formar una cuadrilla de vigilantes, que se dedica a cazar inmigrantes mexicanos en el desierto. El cinismo de estos cazadores de humanos ha llegado al grado de publicar folletos invitando a otros “cazadores” a unírseles en sus rondas nocturnas. Dentro del video encontramos en esa actitud el mido al otro, el miedo al desorden, a la “suciedad” que puede generar “el otro” en la propia vida. De alguna perversa manera, al ver el video uno como mexicano ve el problema más lejano y con una claridad, en la que solo queda admitir que no va haber una solución próxima al problema de la migración indocumentada, excepto que hubiera un rasgo de buena voluntad de una de las partes. Aquí fue donde nos pega la realidad: no hay posibilidad de cambio.

Shirin Neshat

Shirin Neshat

Shirin Neshat. "Sin título", 2002. Película 35 mm. Blanco y negro.

Fotografías de ciudades, imágenes de urbes, llenan la mente al ver la obra sin detenerse a observarla. Mucho de esto se ve en mi ciudad. Como chilango los contrastes son el pan de cada día. Mierda y lujo se ven los ojos todos los días. Y, no obstante, a la distancia que establece una exposición las cosas parecen parte de una estética, más que de un punto de vista artístico, la estética de la información, como los letreros y espectaculares de David Goldblatt, que se ha especializado en fotografiar los suburbios de las grandes ciudades, donde se da la superviviencia en el sentido más darwineano posible.Algunas obras recuerdan a los artistas mexicanos que cuentan con obra de nivel y una temática muy afín a la de la Documenta. La obra del sudafricano Kennedy Geers, que muestra todas las cercas y mecanismos de protección contra el robo instaladas en los suburbios de Johannesburgo, me recuerda a la de Claudia Fernández y sus series de fotografías de puertas y ventanas de casas-habitación en Polanco, Satélite y la del Valle.

Chantal AkermanChantal Akerman. "Desde el otro lado", 2002
Video en dos proyecciones.

Más similaridad y afinidad es posible encontrarla en la obra de la iraní Shirin Neshatt, que presenta un sensacional cortometraje (en cine) en dos pantallas colocadas una frente a otra. La obra de Neshatt ha girado en torno de las complejas relaciones entre hombres y mujeres en su nativo Irán. Cosa curiosa muchas de las películas iraníes que han llegado a México nos han brindado la oportunidad de constatar que hay una curiosa similitud entre México e Irán. El fenotipo de gente, su manera de conducirse, las diferencias entre clases sociales, las bardas que rodean las casas modernas y el despliegue de automóviles como símbolos de estatus, son algunas de las imágenes comunes entre dos países. En una de las pantallas un grupo de hombres vestidos de negro corren por una ladera en un terreno semidesértico. La geografía y las caras de los hombres hacen pensar en algún paraje de los que describe magistralmente Juan Rulfo. Los hombres se dirigen a un árbol en el cual se sobrepone la imagen de una mujer de apariencia indígena (aunque seguramente es árabe). Para llegar a su destino tienen que remontar una barda hecha con ladrillos de adobe. Además de las imágenes y la música, el trabajo de Neshatt es entrañable por su corta duración y la narrativa tan sencilla, que lo hace ganar en elocuencia.

La distancia entre lo que tradicionalmente consideramos arte, es decir aquellas imágenes que se refiere a otras cosas, pero que están contenidas en sí mismas, y lo que consideramos documento, aquello que hace referencia a algo que está más allá de sí mismo, es uno de los temas alrededor del cual giran varias obras. Tal es el caso del espléndido trabajo en video The House de Eija-Lisa Ahtila, de Finlandia. Conocida por videos sobre situaciones humanas, la artista presenta uno de sus más bellos trabajos que hace un registro cuidadoso (documental) de la vida doméstica de una mujer que sueña con un bosque. Pronto el interior de su habitación comienza a aparecer un bosque y ella comienza a volar sorprendida ante el cambio de la realidad. Realizado en tres canales (tres pantallas de proyección simultánea) la secuencia de su vida íntima tiene el tono de un documental pero la imaginación y la posibilidad de cambio provocan un optimismo y una verosimilitud que resulta de la mezcla de documental y ficción en una sola obra.

Como ya es evidente, las fronteras entre disciplinas se han ido eliminando. En la Documenta 11 queda claro que los artistas son investigadores, fiscales y jueces de situaciones explosivas. El Grupo Atlas, por ejemplo, opera en Beirut y la zona de Gaza, recogiendo testimonios de la gente que vive en la frontera entre los territorios ocupados (Palestina) y Jerusalénl, donde el enfrentamiento entre árabes e israelíes se ha vuelto la cotidianeidad para millones de personas. También presenta videos testimoniales de personas que han sido secuestradas y mantenidas como rehenes durante meses. En estos pasajes la literatura que abunda en las paredes puede resultar extrema para una exposición de arte involucrado directamente en registro histórico.

David GoldblattDavid Goldblatt. "Intersecciones de Jo’burg",
1999–2002* detalles / 49 impresiones-C

Eija-Liisa AhtilaEija-Liisa Ahtila. "La Casa", 2002*
Imágenes de video. Proyección en tres pantallas DVD, color, sonora, 14 min.
Alfredo JaarAlfredo Jaar
Imágenes inéditas

El artista chileno Alfredo Jaar y el uruguayo Luis Kamnitzer, ambos radicados en Nueva York, presentan imágenes de situaciones que, hasta el 11 de septiembre, eran inéditas en la Urbe de Hierro. La realidad del terrorismo, el genocidio, la tortura ya no son coto exclusivo del Tercer Mundo, hoy día brotan en cualquier parte del mundo y han creado una alerta global.

Joan JonasJoan Jonas. " Pieza para espejo I", 1969.

Una de las mejores instalaciones de la exhibición corresponde al trabajo del artista de origen nigeriano radicado en Londres Yinka Shonibare. Se trata de una alegoría sobre el colonialismo. Utilizando su ya distintivo material: textiles importados del sudeste asiático, con estampados que recuerdan al batik tradicional pero que son producidos industrialmente, Shonibare recrea el viaje de iniciación que realizaban en el siglo XIX los jóvenes ingleses para tener sus primeras experiencias sexuales en otros países. La instalación consta de diversos manequis sin cabeza (el cuerpo sin conciencia) ataviados ricamente con telas multicolores en posiciones sexuales de diversa índole, cobijados por la presencia de un carruaje colgado del techo, vehículo de sus andanzas por países donde la moral victoriana no tenía cabida y podían dar rienda suelta a sus deseos.

Aunada a la presencia de nuevos medios y proyectos grupales, se encuentran algunos de los artistas ya consagrados que utilizan medios tradicionales como Louise Bourgeois, que presenta una enorme serie de dibujos (más de 200) bajo el titulo de “Dibujos del Insomnio”, realizados con pluma roja. Aquí encontramos los ya clásicos temas de la artista de origen francés radicada en los EUA, donde abundan recuerdos de su infancia, las relaciones entre ella y su padre y la fragilidad de la vida.

También presentes están varias de sus “celdas”, instalaciones hechas de hierro y tela de alambre en las que yacen cabezas y bustos hechos con tela bordada, que aluden al negocio familiar en el que creció y se nutrió la artista durante su juventud.En comparación con otras ediciones de la Documenta la participación de artistas de la periferia fue más nutrida. Si bien la exposición Platea de la Humanidad de la Bienal de Venecia (2001) ya había puesto énfasis en la representación de regiones aisladas (Centroamérica, África, Medio Oriente), en la Documenta 11 la problemática de las regiones más pobres y conflictivas del mundo salta a la vista. Además de las discusiones previas a la muestra -algunas de las cuales se realizaron en lugares tan distantes de Europa como la isla de Santa Lucía, Nueva Delhi, y Lagos- es obvio que la exposición de arte está lejos de ser una visión de la vanguardia formalista. Se trata de una visión que crítica el papel convencional del arte como terreno de innovaciones. A pesar de ser una exposición difícil para el público no especializado, la obra expuesta nos enfrenta a la realidad de la imagen: como intermediadora del conocimiento y/o prejuicios, y establece una incómoda cercanía entre desiguales consecuencia la globalización. La Documenta 11 puede ser el capítulo más reciente de la actitud icono-bélica que a lo largo de toda la historia ha sido la responsable de la destrucción, imposición y, finalmente, de renovación de las imágenes.

Svetlana and Igor KopystianskySvetlana and Igor Kopystiansky. " Flujo",
2002. Imagen de video: Instalación con 6 proyectores. El video fue realizado
utilizando objetos que se encontraban
flotando en un río. Video transferido a DVD.

Destiny DeaconDestiny Deacon, con Virginia Fraser. "Forzado en las imágenes", 2001*
Film: Super8, terminado en video,transferido a DVD, color,
sin sonido, 9 min.

Huit FacettesHuit Facettes: "Dynamique Artistique
& Culturelle" Proyecto Huit Facettes project: “J’ai maintenant” taller en
JOAL (118 km de Dakar), 1998
Fotografía a color.

 

The Atlas GroupThe Atlas Group. "Rehén: las cintas de el Bachar", 2001
Video, color, 18' 22".

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Fecha de publicación: 10.11.2002