Juego de imágenes, desconcierto de las conciencias.
Anecdotario de lo visual del 2002.

Replica21

José Manuel Springer

La educación sexual por televisión

Angel BurbanoAngel Burbano. Serie Roja n. 1

A las once y media de la noche, enciendo el televisor como todos los viernes, una cajetilla de cigarros y un vodka tonic en mano y me dispongo a ver algo que se llama Historia de las imágenes prohibidas, uno de programas sobre sexo en el canal 11 que hoy forman parte de mi dieta escopofílica. Hasta hace poco los viernes no eran especialmente pródigos en programación en la televisión abierta, tampoco lo era el sexo explícito. Es de notar sea el canal del Politécnico quien este año lleva la delantera en la carrera por la eliminación de la mojigatería.

Excelentes tomas que muestran una grata variedad de posiciones sexuales, pintadas al fresco sobre los muros de las casas y palacios de Pompeya obligan a retirar el pulgar en del control remoto. Pintorescas orgías, escenas de bestialismo congeladas en esculturas milenarias, y todo género de juguetes sexuales labrados en madera o esculpidos en piedra, hablan de las costumbres de una sociedad que jamás conoció el pudor propio de nuestra modernidad y posmodernidad. Las opiniones de estudiosos, arqueólogos y conservadores coinciden en señalar que la pornografía es un término que hasta mediados del siglo XIX no existía en el diccionario. Fue el accidental descubrimiento de las imágenes sexuales de Pompeya lo que llevó a las mentes victorianas inglesas a crear el termino pornografía y a esconder todos los objetos e imágenes en un museo secreto en Nápoles. Uno de los teóricos interrogados apunta: "Hoy día la pornografía comienza a ser definida por un concepto más amplio, el de imágenes explícitamente sexuales".

Enciendo otro cigarrillo atento a lo que leo y observo de buen agrado. ¡Por fin!, en el 2002 es posible ver un documental didáctico producido por la televisión británica, que se ocupa de uno de los temas tabú en los medios electrónicos: las imágenes prohibidas, las iconografías sexuales, los panfletos libertinos, el surgimiento de la fotografía porno, su difusión en las primeras revistas para caballeros, el nacimiento de las películas de índole exclusivamente sexual, hasta llegar al desarrollo del video casero y el sexo virtual en Internet. Semana tras semana aprendo en la televisión estatal la teoría y praxis de las imágenes carnales.

Rafael NavarroRafael Navarro. Involución II

La televisión casera se anima, los ojos ya entrenados en la visión del cuerpo y su sexualidad reciben su esperada gratificación de la pantalla. Hay de todo para todos, el canal 11 dedica parte importante de su programación diurna y nocturna a analizar el comportamiento sexual de la gente. Sexo diario, otro de los programas estelares de los viernes es un collage de imágenes y opiniones, en ocasiones expresadas por personajes surrealistas -la sicoanalista que posee una voz y gestos masculinos es de antología- que buscan poner un nuevo límite a los mitos de la sexualidad (dudo mucho que se pueda acabar con los mitos, además de que me parece son tan necesarios como los límites).

La lista de temas de Sexo Diario es muy descriptiva: la sexualidad gay, la menstruación (un tema del que los hombres conocemos solo tecnicismos), el bisexualismo, la masturbación y todo lo que uno podría sólo leer en el Cosmopolitan en el consultorio del dentista, se abordan con imágenes y opiniones que van desde la célebre Lyn May hasta orgullosos miembros de la comunidad gay, como el laureado flautista Horacio Franco, y amantes del micrófono como José Luis Cuevas. Sexo Diario es un programa de producción independiente que quiere descifrar los vericuetos de la libido con un estilo muy mexicano. Muchas de sus escenas y encuestas callejeras resultan más divertidas que una fiesta de heterosexuales cuarentones.

Hay que señalarlo: la apertura sexual en los medios electrónicos ha ido a la zaga, debido al alcance de sus transmisiones, pero también a una mal entendida responsabilidad social. El libertinaje de los contenidos surgió primero en la prensa impresa e internet, y sólo hasta ahora comenzamos a ver la reacción tardía de la televisión, cuando los "reality shows" ya comprobaron sus índices de audiencia y la sed de saber de sexo sustituyó a las pláticas sobre la inseguridad en los actos sociales.

Show de CristinaEscena del Show de Cristina.

Otro programa que engrosa la lista del destape es La ciudad con sexo (martes y jueves a las 11 de la noche en el canal 40), donde bajo el esquema de un host show, ambientado con mujeres voluptuosas y extravagantes en el vestir pero que piensan como amas de casa sumisas, se dan consejos al público sobre asuntos sexuales en boca de especialistas invitados. La tónica es la del destape, marcando una tenue línea entre la práctica saludable de la sexualidad y los "juegos eróticos", hasta ahora considerados perversiones.

Otras imágenes desaparecidas

En mi automóvil solía tener sintonizada una estación de radio híbrida que se llama Imagen 90.5. Me gustaba el corte noticioso de la estación (excepto el del nefasto Pedro Ferriz jr.), particularmente el trastabilleo verbal de uno de sus conductores, Javier Solórzano, y la amenidad de una mujer más sexy por inteligente y sonriente que por su cara redonda de niña de colegio de monjas. De camino por Tlalpan hacia el centro a la hora de la comida me seducía el hecho de escuchar la voz de Carmen Aristegui que siempre ponía "el tema en la mesa" y metía el dedo en la llaga. Solórzano, que es una especie de Woody Allen del radio, inteligente y desparpajado, llenaba las horas muertas de los embotellamientos con citas musicales y descripciones barrocas de los hechos. Sus ocasionales malabares verbales para explicar lo obvio, y su buen humor aún para admitir y explicar sus errores (más de una vez se le escaparon algunas palabrebejas), le daban credibilidad, además carecía de la auto celebración de otros. Para mi infortunio la gerencia de la estación, que también contaba en su programación con una sección de erotismo los viernes (¿por qué los viernes?) decidió que los criterios editoriales eran terreno exclusivo de Ferriz jr. y le dieron cran a Carmen y Javier, una gran pérdida para los eternos solitarios del volante como yo.

NudeDel imaginario religioso

En julio durante la peor plaga bíblica de mosquitos que he visto en mi departamento, vino el Papa a México y canonizó al beato Juan Diego, siendo este el santo número 452 que Karol Woytila se anota en su historial desde que llegó a la silla del Vaticano. Lo curioso fue la imagen con la que se indentificó al flamante San Juan Diego, la cual, como la del Santo Sudario no tiene un referente real, o sea, es un invento de la mano de algún artista desconocido, que parece más un bodeguero italiano que un indígena mexica. Todavía más revelador de las políticas de la imagen (qué decir del beso de Fox al anillo papal) es el hecho de que Juan Pablo II haya sido objeto público de una serie de ritos paganos (desde el punto de vista católico) en el que indígenas chiapanecos le hicieron una limpia al santo varón.

El significado de la canonización tenía mucho que ver con la crisis política que vive la Iglesia católica en todo el mundo a raíz de los escándalos sexuales de los sacerdotes (sacerditos, de cariño), pero también de la pérdida de feligreses a manos de sectas cristianas que, dicho sea de paso, abominan de la imagen y de los usos de la imagen que hace el catolicismo romano apostólico. Con todo el revuelo que ocasionó el comportamiento de los ministros de la iglesia, la única fuerza de reserva con la que cuenta el Vaticano es la de la población indígena. No por algo el Papa necesitaba una limpia, a ver sí así recuperaba credibilidad la institución que preside.

Una película que capitalizó la crisis provocada por los sacerdotes libertinos fue El crimen del padre Amaro, una historia rosa que puso a lo más rancio de la jerarquía eclesiástica mexicana de puntitas para poder salir a flote del agua que les llegó hasta el cuello. En realidad la cinta no tiene la calidad que los intolerantes quisieran odiar; algunos de sus diálogos resultan poco creíbles, el cambio que vive el padrecito de ser un pusilánime egresado del seminario a convertirse en un ligador y controlador de la población, su papel como madrina del obispo y operador antiguerrillero, eran demasiados ingredientes para meterlos en el personaje que interpretó con dificultad Gael García, el galancito de moda. Pero algunos de los jerarcas de la Iglesia católica se comieron todo el cebo y amenazaron con prohibir la exhibición de la película y aplicar otras estrategias inquisitoriales que hoy, en los días del internet, ya no tienen resonancia. No faltó un diputado apellidado Pazos que quiso cabildear una iniciativa para impedir que el Estado financie este tipo de películas. Lo difícil iba a estar en definir a qué filmes no podrían ser subvencionados: los western contemporáneo de tonos bíblicos, los melodramas bélicos fundamentalistas cristianos o las fábulas de ficheras que no encuentran el buen camino.

Vicente FoxFotografìa tomada de Reforma.com

La tolerancia cero se puso de moda con la anunciada llegada de un policía neoyorquino llamado Giuliani. Ésta si es una oportunidad dorada para que el guión de película que podría hacer un crossover entre el 11 de septiembre y los miniespías de la PFP, que pronostico será un éxito de taquilla del 2003, si alguien se atreve a censurarla. Giuliani además de ser un implacable policía tiene en su haber el ser un crítico de arte (o juez, porque enjuicia, sentencia e impone penas) que durante su gestión hizo arder la llama de la intolerancia al proscribir la exposición Sensation (1999) en el Brooklyn Museum. Justiciero certero, este superpolicía amenazó con retirar los fondos públicos municipales al museo por atreverse a presentar una pintura de la virgen María (ave marría purrísima) que contenía pedazos de excremento de elefante y pequeñas imágenes porno en collage, obra de Chris Ofili. Nuestras autoridades de la Secretaria de Protección (del gusto público) decidieron que este recto varón podría darles unas lecciones de seguridad y estética bajo el patrocinio de los ricos de México, a fin de encontrar la forma de terminar con la Semana Cultural Gay en el museo del Chopo y la delincuencia, en ese orden.

Para que el Sr. Giuliani se vaya aclimatando habría que recordarle una imagen que transmitieron los noticieros mexicanos en octubre, cuando una procesión de policías judiciales visitó la Basílica de Guadalupe para solicitar la advocación de San Judas Tadeo al gremio conocido afectuosamente como los Judas. ¡Que la virgen y san Judas los protejan! Una imagen que revela tal devoción no podría tener cabida en otro país que no fuera México.

Padre AmaroGael García: "El crimen del
Padre Amaro".Giuliani
Giuliani : entrevista al llegar a México.

Imágenes no seculares

Todo empezó como un proyecto artístico en México y terminó en un escándalo digno del jet set con locaciones en Madrid, Berlín, Miami y México. La ilustre y joven fotógrafa Daniela Rossell inició una tendencia artística que podríamos llamar de arte de contenido social realista involuntario. Su libro Ricas y famosas contiene imágenes de las hijas de papi (cuyos progenitores incluyen a ex presidentes, secretarios de estado y empresarios) en las que las muchachas de 20 a 25 años se permiten poses digamos lúdicas, ataviadas con trapos que harían ver a Madona como una chica aburrida de clase media.

El libro se presentó con exposiciones de las imágenes en el Centro Cultural Mexicano de Madrid, en la exposición Mexartes de Berlín y en otras tantas capitales, excepto en el DF, aunque ya se han visto las imágenes por aquí y por allá. Tanto fue el furor por ver a estas gatitas de lujo en su hábitat natural que algunas de ellas comenzaron a pensar que no había sido tan buena idea darle la exclusiva a Daniela.

El colmo fue que una revista como Proceso también le entrara al juego y dedicara su portada de la tercera semana de noviembre a un reportaje sobre los hijos de los ex presidentes, con la imagen de un post púber botijón de lentes a la Alex Syntex, de apellido Zedillo.

Bueno, está visto que los días del arte conceptual están contados y en lo futuro veremos más realismo socialista, pero esta vez la delantera la llevan los artistas ricos y famosos como Yoshua Okón y Miguel Calderón. Ambos se han ocupado de hacer comentarios visuales (e inventar retratos y videos) de la sociedad mexicana: desde la vida inútil de un junior x de las Lomas (_________________) hasta los retratos en posturas de cuadros barrocos que escenificaron los empleados de limpieza del Museo Nacional de Arte (El empleado del mes), estas últimas incluidas en una muestra (Ultrabarroco) que podría llegar a México en el 2003 -Dios mediante. Ambos artistas, incluidos en las muestras de arte mexicano en Nueva York y Berlin, han hecho fama de ricos y buenos publirelacionistas.

Como para no quedarse atrás los políticos también se han metido al cine, si Gloria Trevi pudo hacer de tripas corazón por qué el diputado perredista guerrerense Félix Salgado Macedonio no. Aficionado a las películas de acción, Salgado Macedonio estrenó en 2002 su película Guerrero, una remake autóctono de Mad Max, guerrero del camino, que nos muestra al legislador haciendo piruetas evasivas en su Harley Davidson, tratando de bloquear iniciativas de ley panistas o encabezando una marcha de piñeros a la Robin Hood. La cinta fue filmada en un país donde Superbarrio y el Chavo del Ocho tienen más credibilidad que cualquier político declarante.

Y para rematar, una imagen típicamente mexicana, arrebatada al arte nacionalista del siglo XX, que demuestra que Frida means business, pues es el nombre del nuevo perfume femenino (Palacio de Hierro, $750 por 50 mm, en caja con autorretrato) patrocinado en parte por Fomento cultural Banamex, y es el título de una nueva película que se puede leer como la aventura sexual de dos pintores cachondos: Khalo y Rivera (ya hay un perfume Diego Rivera con esencia de maderas). Luego de pensárselo y sobarlo durante años la chaparrita Salma Hayek se aconsejó de un guionista que sabe de historia del arte lo que dice una cajetilla de cerillos Clásicos, y se lanzó a producir un bodrio lleno de lugares comunes, en el que los personajes hablan inglés con propiedad y español con acento. Las penas de la pintura consisten en saber si debe sacar del closet su bisexualidad (la escena lésbica es del cursi más hollywoodense) o debe reprocharle a Diego todos sus bragetazos. Eat your enchiladas my dear, será la frase obligada a pronunciar cuando las mujeres mexicanas quieran darle el avión a sus despistados maridos. Hasta aquí un año de destape, censura y devoción.

 

Daniela Rosell

Daniela RosellDaniela Rosell. Ricas y Famosas.

Gloria TreviGloria Trevi

Perfume Frida KahloPerfumes Frida Kahlo y Diego Rivera

 

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Fecha de publicación: 20.01.2003